Challenge Madrid 2019

Día completamente primaveral amanecía en el pantano de San Juan, más concretamente en la localidad de Pelayos de la Presa. A primera hora los encargados de tomar la salida eran los triatletas de la distancia full, donde nos representaba Don Francisco Parody, alias “Currillo triceb”, que se presentó allí cuando aún era de noche, pero con la tranquilidad que todos los trámites más tediosos ya los había dejado solucionados la tarde del día anterior, dejando la bici colocada en su sitio. Esta vez tocaba dejar las bicis tapadas porque daban lluvias para la noche y hay que evitar en la medida de lo posible tener que hacer retoques de última hora en la bicicleta. Currillo no iba a estar solo, nunca lo está. El escuadrón de chicas que tiene por familia nunca le abandona y menos en la cita más importante del año. Leonor y las tres niñas no se separan de él en ningún momento y le ayudan siempre en todo lo que pueden (vaselina en la nuca para evitar roces con el neopreno, gorro, gafas…). 

Bocinazo de salida y Curro se lanza al agua en busca de uno de sus sectores preferidos, se encuentra cómodo y lo domina pero, a su vez, es donde más presión tiene porque es donde más le pueden exigir sus entrenadores. Es un trámite, consigue encontrar unos buenos pies (objetivo que no es para nada fácil y que se nos suele resistir a la mayoría de triatletas) y mantener la concentración para nadar lo más rápido posible haciendo el menor número de metros. ¿Verdad que habéis escuchado infinidad de veces eso de: “el circuito de natación estaba mal medido”? La realidad, por más que nos duela, es que los que hacemos metros de más somos nosotros. Nadar recto en aguas abiertas es uno de los grandes retos que tenemos los triatletas, puesto que si la natación ya suele ser un sector hostil para la mayoría, se le suma que hay que ir mirando hacia adelante con frecuencia, siendo muy difícil orientarse cuando vas en el agua y estás rodeado de gente. Nadar en grupo y en el lago que disponemos en el Club Las Encinas de Boadilla todos los entrenamientos presenciales de agua hace para nosotros quizá sea menos complicado.

Efectivamente, tres mil novecientos veinticinco metros para los tres mil ochocientos de la prueba es haber nadando rozando la perfección. ¡Bravo Currillo! Aunque se llevó la bronca correspondiente al finalizar la prueba… ¿Cómo puede ser que nades más rápido en un ironman que en un medio ironman? Lo cierto es que, dentro de la planificación que él sigue, es lo normal, porque cuando hace pruebas preparatorias la idea es poder alcanzar las situaciones límite a las que se verá expuesto en un ironman pero en menos de la mitad de tiempo. Recordad, las exhibiciones hay que hacerlas el día de tu prueba objetivo.

Al salir del agua allí estaban sus chicas, escoltando las zapatillas que había dejado preparadas al salir del agua, debido a que el bajo nivel de agua en el pantano hacía que la transición fuera de casi un kilómetro y durante mucho tiempo por un camino de tierra. Zapatillas y a correr, le esperaban ciento ochenta kilómetros de bici pero cada minuto que ganas es un minuto menos que estarás sufriendo en total. Después de tantas horas, se nota. 

Mientras Curro se enfrentaba a su excursión ciclista digna de etapa de una vuelta de tres semanas por etapas (180km 2500m+), llegaban al pantano los participantes del medio, que tomarían la salida a las 13:30h. Rubén, Vicente, Queko y nuestro equipazo femenino que lo hacía por relevos con Elena (natación), Marta (ciclismo) y Esther, que corría la media maratón.

Como no podía ser de otra manera, eran más miembros del equipo los que fueron a animar que los que participaban en la prueba, arropándolos en todo momento en esos momentos de tensión justo antes de salir.

Todos coincidieron en que la salida con los setecientos participantes a la vez fue bastante dura, caótica e incluso agobiante. No se podía coger ritmo, golpes, paradas obligatorias para respirar… Vale que a nadie le gusta sentir todo eso pero, es la diferencia de este deporte con otros, la natación en aguas abiertas es con salidas masivas que hay que intentar lidiar de la mejor manera posible. Cierto es que cada vez se hacen salidas pensando más en estos aspectos haciéndolas escalonadas, quizá también porque cada vez somos más los que practicamos este deporte y donde antes nadábamos cien, ahora somos quinientos. Salen del agua todos contentos y habiendo cumplido sus pretensiones. ¡Bravo por todos vosotros! Los meses de verano con paliza tras paliza en el lago del Club tienen como recompensa que el día de la prueba el agua sea un “paseo militar”.

Por entonces, “Currillo Triceb” llegaba a su avituallamiento especial, en el que recogía una bolsa con todo lo que él había dejado el día anterior. Se para y se sienta a comer su tupper de arroz con pollo y a tomarse el recovey. Orden expresa de sus entrenadores. No fueron más de cinco minutos que inviertes en el km 135 de la bici y que sabes que vas a ganar con creces en el maratón. Su escuadrón y amigos estaban allí para darle ese último aliento para la parte final de la bici junto con uno de sus entrenadores, revisando que todo estuviese correcto y según el plan previsto. Todo OK, seguimos.

Mientras, el resto del equipo se congregaba tanto en la segunda transición (Somosaguas) como en la zona del lago de la casa de campo, donde se les podía ver y animar a los de todas las distancias, pudiendo seguirles incluso (sin interferir en la prueba) con una bicicleta o corriendo. ¡Una autentica pasada! Estaba completamente abarrotado de gente animando a todos los triatletas, sin importar si eran conocidos o no, todos tienen muchísimo mérito y todos se merecen ánimos por parte de los que allí estábamos.

 Por nuestra parte, ya estábamos todos: los entrenadores, amigos, compañeros del club… repartidos por todo el recorrido hasta que todos subieron al circuito del Palacio Real, en el que los del medio daban tres vueltas mientras que los del full tenían que dar seis. Allí fue el sumun, las calles abarrotadas de gente animando, gritando, aplaudiendo… es difícil explicar lo que se vivió en ese momento desde fuera, como espectadores, no nos queremos imaginar lo que tuvo que ser vivirlo desde dentro.

Queko, Vicente, Rubén, Curro, Esther… Estaban todos corriendo, todos sufriendo (como es lógico) pero todos regalando su mejor sonrisa a su equipo, ese equipo que estaba al completo allí por y para ellos, empujando en los momentos donde las piernas fallan, la cabeza te dice que no puedes más pero no puedes parar porque está toda tu gente allí. Qué bonito, ¿verdad? Esto es deporte. Sea cual sea éste, el único sentido que puede tener es haber entrenado todo lo necesario para, el día de la prueba, poder disfrutarlo y compartirlo con tus seres queridos.  

Hablando de disfrutar, sentir el calor de la gente, emocionarse… Llegaba el momento de entrar en meta en la impresionante y espectacular puerta del sol, una de las metas seguramente más impresionante del calendario mundial de triatlón, por donde pasaron todos y cada uno de los que tomasteis la salida del equipo, unos con más problemas que otros (Rubén sufrió una caída en bici y supo cambiar la mentalidad para terminar, aunque fuese dolorido y sin poder llevar a cabo todo lo que tenía dentro), todos con una gran sonrisa entre oreja y oreja que culminó un día increíble que no olvidaremos jamás.

Queremos daros la enhorabuena a todos, no sólo los que participasteis en la prueba, sino a absolutamente todos los que no dejasteis a vuestros compañeros solos en ningún momento y conseguisteis que todos cumplieran con creces sus objetivos, llevándose un recuerdo que no olvidarán jamás. 

Uno por uno, el resumen es el siguiente:

-Curro: distancia full completada en un tiempo de 12 horas y 10 minutos. Objetivo: superarse a sí mismo y completar el triatlón de manera ininterrumpida, dando una autentica exhibición en el maratón bajando de las cuatro horas.

-Rubén: distancia half completada en un tiempo de 5h 49 minutos. Objetivo: hacerlo lo más rápido posible, pase lo que pase. Y así lo hizo, a pesar de su caída, nunca bajó los brazos y consiguió llegar a meta sabiéndose ganador por haber sido capaz de entender que ganar no suele ser casi nunca llegar el primero.

-Queko: distancia half completada en un tiempo de 5h 57 minutos. Objetivo: bajar de las seis horas. Era ambicioso pensar que podría conseguirlo, pero realista. Así lo hizo, no sin sufrimiento, por supuesto, pero gracias a su tesón y motivación en todo lo que hace, consigue aquello que se propone.

-Vicente: distancia half completada en un tiempo de 6h 21 minutos. Objetivo: ser capaz de correr la media maratón en su primer distancia half que consiguió con creces. Ya se ha quitado el miedo, a ver quien le para ahora…

-Elena, Marta y Esther: distancia half completada (relevos) en un tiempo de 6h 24 minutos. Objetivo: compartir una experiencia las tres juntas, entrenar por separado para un objetivo común, llegar a meta las tres juntas de la mano. Bravo chicas, nos habéis dado una lección a todos de compañerismo, superación y motivación.

Nos despedimos de esta crónica recalcando que somos un grupo por encima de un equipo, fomentamos el compañerismo por encima de las individualidades y para ello nos sacrificamos enormemente ofreciendo entrenamientos presenciales prácticamente todos los días de la semana, porque el grupo lo es todo. Tengas más nivel o tengas menos, los lunes todos nos levantamos al sonar el despertador para ir a trabajar con lo que, aquello que hacemos para disfrutar, tiene que ser la mejor excusa para desconectar y que los problemas que tenemos cada uno lo sean menos. 

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